Nuestra vida natural y espiritual está llena de batallas, de luchas y de carreras que todos nosotros debemos de vencer.
La diferencia entre obtener la VICTORIA o la DERROTA, estará marcada por la preparación, la planificación, las estrategias a seguir, y el conocimiento que se tenga del rival, y de las distintas circunstancias a enfrentar. Pablo nos dice en 2 Timoteo 4:7-8: He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida. Y Juan, en 2 Juan 1:8 nos dice: Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis galardón completo. Pablo nos habla de una CARRERA (Un camino), de una META (Un objetivo: la plenitud),y de una VICTORIA que alcanzar (vida eterna). Y Juan nos habla de un FRUTO y de un GALARDÓN que no debemos de perder. Pero, en esta carrera, el camino a seguir no es fácil, pues será: Angosto, con momentos de aflicción, lleno de cargas, sobrepeso y circunstancias inesperadas que probarán nuestras facultades, nuestra perseverancia, nuestro temple, nuestra preparación y sobre todo nuestra Fe. Existen siete obstáculos que pueden impedir que nosotros alcancemos nuestras VICTORIAS (Metas) en Dios, y no lleguemos a completar la carrera y obtener el galardón-
Todas estas cosas pueden provocar un desgaste en nosotros, no sólo físico, sino espiritual que nos llevarán sin lugar a dudas, a la pérdida de las bendiciones que Dios tiene para nosotros. Tiene usted dudas o temores en su corazón, al enfrentar al enemigo? Recuerde: Toda guerra tiene dos bandos. Y toda batalla un VENCEDOR. Para ganar las batallas, se necesita comprender, no sólo los obstáculos que enfrentamos, sino también, contra quién luchamos, cuál es su campo de batalla, y cómo son sus estrategias. Asimismo, usted y yo debemos de tener muy claro lo siguiente:
Enséñanos Dios a ser valientes y guerreros. A entender que hay un enemigo que nos odia y quiere nuestro mal. Pero tu Señor, nos has dicho en tu Palabra, que no nos has dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio. Danos Señor entendimiento, conocimiento y discernimiento, para comprender de dónde vienen los ataques y poder de esta manera obtener la VICTORIA. Ayúdanos a reconocer con humildad y mansedumbre, que eres tú, quien pelea la batalla, y quién nos da la VICTORIA. Ayúdanos Dios, a convertirnos en soldados de Jesucristo- Pon en nosotros el querer como el hacer por tu buena voluntad. Todo esto te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén. - LUIS PORRAS
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AutorEQUIPO PASTORAL, MINISTERIOS COSECHA INTERNACIONAL Archivos
Marzo 2021
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