 “Pacientemente esperé a Jehová, y se inclinó a mí, y oyó mi clamor. Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso. Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos. Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios…” Salmo 40:1-3
Hay momentos en nuestra vida que tenemos momentos de angustia, de llanto y desesperación, donde nos sentimos que no somos escuchados por Dios, como que el cielo se cerró y Dios no te escucha ni le escuchas, es donde te sientes atrapado y difícilmente puedes avanzar. En esta posición es difícil tomar decisiones y si las tomamos en la carne puede que seamos avergonzados como hijos de Dios. En medio de esta batalla, donde nuestra fe está siendo probada, solo queda seguir la recomendación del salmista y esperar pacientemente en Jehová. Pero en esta espera hay que hacer algo… ORAR, conectarse con “El gran Yo Soy”, tomar la posición de un adorador humillado frente al Padre y entrar en sintonía con la voz del amado... Después de un tiempo de armonía con tu Dios puedes percibir como él siendo Dios, se inclina a escuchar tu voz, a enjuagar tus lagrimas que caen en tu rostro, y te empieza a tranquilizar a través de un silbo apacible, emanado por el Espíritu Santo, y te empieza a sacar de todos aquellos problemas que te han envuelto como lodo hediondo que no se quita, y ahí con su amor te envuelve y te limpia de toda esa suciedad, calumnias, deudas, vergüenza, falta de perdón, pecado etc. y te vuelve a poner en el lugar y la dirección que Él tiene para ti, en la peña, por encima de las situaciones y circunstancias que sean de peligro, y desde ahí el abre tus ojos para mostrarte que tu eres producto de su amor, y Él quiere enderezarte, que camines recto y no torcido. Y al entender ese gran amor, el dolor se convierte en un cántico nuevo de alabanza para glorificar el nombre del Señor. Si estas en ese lodo cenagoso, no te quedes más ahí, busca al Señor humíllate delante de él pide su dirección y él se inclinará y escuchará tu voz para levantarte a ti y tu familia. - ALICIA MOLINA
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 Lectura Hechos 27
Hace unos años atrás las personas se comunicaban por medio de las cartas, y aunque duraran un tiempo al llegar, y las noticias no eran tan recientes, cuando se recibían empezaban a ser noticias nuevas. Han pasado muchos años desde los escritos del libro de los Hechos del Espíritu Santo a través de los discípulos, pero cuando los leemos sus vivencias vuelven a tomar vida en nosotros. Y nos recuerda de la gran fidelidad que Dios tuvo y tiene para sus siervos. En Hechos 27 Pablo narra que cuando él iba preso rumbo a Roma, enfrentaron un Euroclidón (Viento huracanado acompañado de lluvias borrascosas), pero no pudieron hacer mucho contra aquel viento, y este los arrastro y ellos tuvieron que dejarse llevar, seguidamente, menciona que hubo una furiosa tempestad, por lo que tuvieron que deshacerse de la carga, luego fueron acosados por otra tempestad, donde habían perdido toda esperanza de salvarse, tenían días de no comer ni beber nada. Es ahí donde el apóstol Pablo se pone en pie y les exhorta a tener buen ánimo, debido a que en medio de esta situación él no perdió su conexión con Dios. Y les dijo “pues esta noche ha estado conmigo el ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, y me ha dicho: “Pablo no temas…Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.” Cuando leo este pasaje, puedo observar que un siervo de Dios no puede perder su conexión con Dios, porque en medio de la prueba Dios le sostiene. Pablo le había advertido al centurión sobre lo que pasaría si zarparan, pero no le hicieron caso y tuvo que sufrir este mal tiempo de naufragio junto con la tribulación, con el propósito de sostenerles espiritualmente y que el favor de Dios hacia Pablo beneficiara a los que viajaban con él, En resumen: Si te encuentras con un Euroclidón, y te arrastra y ves que no puedes hacer nada, Ora al Señor y déjate llevar por sus promesas, esto pronto pasará, y si crees que ya terminó y viene otra tormenta, es el momento de aprender a soltar las cargas, porque te pueden hundir. Mantenernos conectados con Dios nos hará tener buen ánimo, para tomar sus promesas y otros serán bendecidos con ellas y el nombre del Señor será glorificado. - ALICIA MOLINA |
AutorEQUIPO PASTORAL, MINISTERIOS COSECHA INTERNACIONAL Archivos
Marzo 2021
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