“… -Alguien me ha tocado, porque yo he sentido que ha salido poder de mi.” Lucas 8:46
Me llama la atención la fe sobrenatural que tuvo la mujer que describe Marcos 5:25-34, ella en cuanto supo que Jesús estaba en la ciudad se fue a buscarlo, hacía doce años padecía de flujo de sangre, había gastado todo lo que tenía, Sin embargo, todo este padecimiento que había tenido físico y económico había despertado en ella una fe hacia Jesús, no de que le sanara sino que ella se dijo “…si tocaré tan solamente su manto, seré salva”, ni siquiera procuraba la sanidad, buscaba salvación; Atravesando una gran multitud, Jesús pudo sentir que poder salió de Él, aún sabiendo quien le toco pregunta: ¿Quién me ha tocado? Posiblemente, para decirle a esta mujer ¡te escuche!, por lo que Jesús le dice:” …Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, y queda sana de tu azote”, la mujer ya sabia que era sana, porque en el momento que toco el manto del maestro el flujo de sangre fue cortado, pero Jesús conoce los secretos de su corazón y no quería que esta mujer regresara a su casa solo sana, sino que llegará siendo salva. Conozco muchos casos donde las personas son sanas, por una oración que les hicieron, o bien en alguna cruzada de milagros, pero estas toman su milagro y se van, no en vano los evangelistas enfatizan que la enfermedad de esta mujer la había llevado a una necesidad en su corazón aún mayor que la sanidad, el ser salva, porque el cuerpo tarde que temprano perecerá, pero tu alma vivirá en eternidad. Hay varios factores que rescato:
Oración: Padre te ruego que las adversidades y circunstancias no apaguen mi fe, quiero acercarme a ti en oración y tocar tu manto y que tu poder sobrenatural venga en mi vida, en el nombre de Jesús. - ALICIA MOLINA
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AutorEQUIPO PASTORAL, MINISTERIOS COSECHA INTERNACIONAL Archivos
Marzo 2021
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