Dios no es hombre, para que mienta, Ni hijo de hombre para que se arrepienta. Él dijo, ¿y no hará?, Habló, ¿y no lo ejecutará? Números 23:19
Cuando era chiquilla escuche en algunas ocasiones este refrán: _ ¡Al buey por el cuerno, y al hombre por la palabra! _ esto significa que el hombre tiene la obligación de cumplir su palabra, así como el buey que está atado por el cuerno y debe tirar o arar. En aquellos tiempos la formalidad era estimada y la palabra que se daba, era obligada a cumplirla, los negocios se cerraban con un estrechón de manos, porque la firma era la palabra dada. En aquellos tiempos, la formalidad era estimada y la palabra que se daba obligaba a cumplirla; de esa forma se era estimado como «hombre de palabra». Actualmente, cuesta encontrar este tipo de personas, haciéndonos un poco desconfiados. Entonces ¿en quién podemos confiar? La Biblia nos alerta en no confiar en hombres, en Jeremías 17:5 “maldito el hombre que confía en el hombre…” Esto debido a que el ser humano cambia constantemente de opinión, y se mueve conforme a impulsos, emociones y motivaciones. Hoy nos dan un discurso y a los días lo cambian. El único que promete y cumple es Dios, porque uno de sus atributos es que es inmutable (Hebreos 6:17), su naturaleza, carácter y propósito, no cambia. Nada toma a Dios por sorpresa. Dios no actúa por ocurrencia. Nuestra confianza debe estar en Jehová de los Ejércitos, Él no miente ni se arrepiente en los pensamientos que tiene para la humanidad, los cuales son pensamientos de bien y no de mal. Y lo que ha jurado y declarado para su pueblo es bienestar, bendición de lo alto, en todo momento y todo tiempo. Sin embargo, el tampoco cambia con respecto a las consecuencias que deben de sufrir los que deseen vivir en desobediencia. No hay que minimizar a Dios, creyendo que actuará como un ser mortal, que dice y no hace, esa no es su naturaleza, Él es Dios inmutable. Ejemplo de ello: Jesús, quien siendo hombre no le fallo a la humanidad y por Él somos salvos. Si hemos recibido a Jesús, hemos recibido su Espíritu Santo, y esto nos hace personas confiables delante del Padre y también de los hombres. Es tiempo de prometer y cumplir, porque tenemos algo mayor que nuestra palabra y un estrechón de mano, tenemos a Jesucristo. Oración: Señor hoy se caen vendas en mis ojos espirituales que no me permitían verte como el Dios que cumple las promesas, y así como tú me prometes, yo quiero cumplirte a ti y a los que confían en mi palabra de no fallar en el Nombre de Jesús. - ALICIA MOLINA
0 Comentarios
Deja una respuesta. |
Details
AutorEQUIPO PASTORAL, MINISTERIOS COSECHA INTERNACIONAL Archivos
Marzo 2021
Categorías |