PEREGRINOS Y EXTRANJEROS

Hebreos 11:13 Conforme a la fe murieron todos éstos sin haber recibido lo prometido, sino mirándolo de lejos, y creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran extranjeros y peregrinos sobre la tierra.

I Pedro 2: 11 Amados, yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, 

Hoy me encontré en la Gloriosa palabra de Dios los versículos arriba mencionados.  El pasaje de Hebreos,  me hizo pensar en todos esos hombres y mujeres de Dios que decidieron salir de Egipto a buscar su patria y en ella darle culto a Dios. Esta gente salió alegre porque mientras iban camino a esa promesa, disfrutaban de otra, la libertad y salvación.  Ellos habían sido rescatados del yugo opresor del Faraón, sabían lo que habían sufrido y por más que les calentará el terrible sol en el desierto, se acordaban hacia donde iban y de donde salieron, y aunque podrían regresar, ellos decidieron no volver atrás jamás, su fe los motivó a seguir hacia adelante. Algo que aprendieron en su caminar fue a depender y confiar en Dios el cual les prometió y les estaba cumpliendo. Algunos lograron llegar a disfrutar la promesa de estar en la tierra prometida, otros murieron en el desierto, pero no perecieron en Egipto.
Estos hombres entendieron que su caminar en esta vida era un peregrinaje que les hacía extranjeros en donde fueran, pero ellos por fe se veían caminando en la tierra prometida, lo cual era su motivación para continuar el camino.  Tenían presente que durante el viaje no podían cargar muchas cosas, solo lo que necesitaban. Lo que si se aseguraron de llevar fue a su parentela, y entre todos se ayudaban a llevar las cargas.
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El pasaje de Pedro me refuerza que debo de vivir con satisfacción en mi corazón de que si tengo a Jesucristo lo tengo todo. Esto es más que suficiente para mi peregrinaje en esta vida, no debo dar gusto a mi carne y pasiones, porque esto provocará que me entretenga en el viaje, ponga en peligro mi vida y la de los que viajan conmigo y pueda perder el camino a mi casa celestial.

Mi meditación para hoy es: Recordar de donde me saco el Señor, y que soy Peregrina y extranjera en este mundo, para viajar necesito lo necesario, y que mi familia viaje conmigo, apegarme a Cristo y a sus promesas. 

Necesito estudiar más: Sobre los deseos de la carne que batallan contra el alma.

Oración: Padre celestial ayúdame a entender que mi paso en esta tierra es temporal, y debo de buscar las cosas de arriba y mi mirada debe estar puesta en Jesús.
Amen.

- ALICIA MOLINA