“Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti. Porque yo Jehová, Dios tuyo, el Santo de Israel, soy tu Salvador…” Isaías 43:2
Hace unos años experimente el no tocar fondo en una piscina y como dice Eugenio Derbez: “Fue horrible”, sentía que me ahogaba. En mi desesperación pataleaba, y buscaba a la persona que estaba a mi lado para aferrarme a ella y me salvara, pero lo que ésta hacía era empujarme hacia afuera, porque lo que estaba provocando era “llevármelo en banda” ahogándole conmigo. Unas personas que estaban fuera de la piscina se tiraron al rescate y gracias a Dios estoy contando esta historia para rescatar lo siguiente en algunas situaciones que se me presentan en la vida:
Las crisis nos ayudan a conocernos, Dios las permite con propósito, de que conozcamos nuestra condición humana y espiritual, también las usa, para que tengamos memoria de El y su palabra, de que si paso por las aguas no me ahogaré, si paso por el fuego no me quemaré, porque “mi” Dios llegará al rescate. Creamos que cualquier situación que ahora nos aqueja, y que nos haga sentir que no podemos más, está sacando lo que somos, pero también en quien nos podemos apoyar para salir adelante ¡nuestro Dios! Si le buscamos y nos tiramos literalmente de su cuello, el no se ahogará, porque Él te sostiene a ti y a las aguas que te ahogan, el Dios de nuestra esperanza tiene el poder para calmar las aguas y mostrarnos la salida. Jesús, necesito que tu palabra se haga viva en mi vida en todo tiempo. Gracias por cuidarme. Te amo. - ALICIA MOLINA
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AutorEQUIPO PASTORAL, MINISTERIOS COSECHA INTERNACIONAL Archivos
Marzo 2021
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