Creo que todos en algún momento de nuestras vidas hemos jugado “telefono chocho”, donde al inicio se da una frase pero al final del juego, la frase que se dice se va distorcionando, de boca en boca. Precisamente esto suele hacerse en nuestra sociedad, y no precisamente por juego. Todo empieza con esta frase, “le voy a contar algo, pero… no se lo cuente a nadie”, y asi se inicia un pequeño fuego, y al final, se hace un gran incendio, al cual no hay suficiente agua para apagarlo.
La palabra de Dios, en Santiago 3:1-12 nos alerta, acerca de este gran mal, llamado “chisme”, el diccionario lo define como: comentario o noticia no verificada que circula entre la gente, generalmente de carácter negativo. La biblia indica: “... el que no tiene control de su lengua puede contaminar todo su cuerpo e inflama la rueda de la creación, y ella misma es inflamada por el infierno” En la Biblia hay un mandato acerca del Chisme: Leer Exodo 20:16, Proverbios 20:19 “No andarás chismeando entre tu pueblo. No atentarás contra la vida de tu prójimo. Yo Jehová.” Lev.19:16 El chisme es una una atracción infernal que de una u otra forma nos lleva a murmurar contra nuestro projimo. La Biblia nos da un mandato acerca de nuestro projimo: Leer Rom 13:8, Marcos 12:33 “…Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu projimo como a ti mismo.”Lucas 10:27 La palabra de Dios es clara sobre lo que provoca el chisme, y por eso tenemos al Espiritu Santo quien nos da dominio propio para evitarlo, y también nos puede ayudar pasarlo por “las tres rejas”. Se cuenta de un joven que le dijo a su maestro: - Señor, un amigo estuvo hablando de ti con malevolencia... - ¡Espera!- lo interrumpe el maestro - ¿Has hecho pasar por las tres rejas lo que vas a contarme? - ¿Las tres rejas? - pregunta su discípulo - - Sí. La primera es la verdad. ¿Estás seguro de que lo que quieres decirme es absolutamente cierto? - No, maestro. Lo oí comentar a unos vecinos... - Al menos lo habrás hecho pasar por la segunda reja, que es la bondad. Eso que deseas decirme, ¿es bueno para alguien?- No maestro, en realidad, no. Al contrario... - Ah, bien... La última reja es la necesidad. ¿Es realmente necesario hacerme saber eso que tanto te inquieta? - A decir verdad, no. - Entonces... - dijo el sabio sonriendo - si no es verdad, ni bueno, ni necesario, sepultémoslo en el olvido. Si alguien viene a contarte un “chisme” te sugiero que te recuerdes del estribillo de un canto para niños “si el chisme viene a tu corazon y te dice: - dejame entrar, dile no no no! ¡Cristo vive en mi y no hay lugar para ti!”. Señor te pido me perdones, y te ruego que fluya dominio propio en mi, para no dejarme atrapar por el chisme. En el nombre de Jesús. Amén Haz clic aquí para editar. -ALICIA MOLINA
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AutorEQUIPO PASTORAL, MINISTERIOS COSECHA INTERNACIONAL Archivos
Marzo 2021
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