Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. Génesis 3:7
En Genesis 3:7 observamos la reacción que tuvieron Adán y Eva cuando vieron su desnudez en el huerto del Edén, después de haber pecado. Lo primero que pensaron fue: “que vergüenza tapémonos, y escondámonos”. Esta actitud se ha repetido por parte de la humanidad, una vez que se ha concedido el pecado. No podemos cambiar lo que paso en el Edén, pero si podemos cambiar nuestra actitud ante el pecado… ¡Correr! ¡Apartarnos de él! Usted y yo sabemos cuáles son las situaciones de riesgo a las cuales si nos exponemos podemos caer, por eso necesitamos reforzar nuestra vida con la palabra y estar conectados en todo momento con el Señor para que cuando venga la tentación poder salir bien librados. Y si el pecado nos ha vencido, no podemos buscar salidas rápidas cosiendo delantales que nos cubran nuestra condición pecaminosa, como en su momento lo hicieron Adán y Eva. A que me refiero con hacer un delantal. A cualquier cosa que use para cubrir u ocultar el pecado, uno de ellos puede ser la religiosidad, la apariencia, el seguir trabajando en la obra y aparentar santidad, el vocabulario “espiritual”, buenas obras, escusas, etc. Nada de esto funciona ante los ojos de Dios, porque él nos conoce y nos llama por nuestro nombre para que rindamos cuentas de nuestros actos, y es ahí donde el delantal tiene que quitarse y reconocer que estamos desnudos y necesitamos ser cubiertos por la sangre de Jesucristo. De esta manera no seguiremos los pasos de Adán y Eva de buscar culpables y excusas cuando se peca. Si actuamos en arrepentimiento y no en remordimiento, todo cambia, el mejor abogado defensor vendrá a nuestro auxilio (1 Juan 2:1), para vestirnos de amor y misericordia. Proverbios 28:13 “El que encubre sus pecados no prosperará; más el que los confiesa y se aparta alcanzará misericordia. Adam y Eva tuvieron su oportunidad de confesar el pecado y alcanzar misericordia, ellos no tenían una Reina Valera, pero podían hablar cara a cara con Dios, sin embargo, decidieron culpar a otros, evadir a Dios y tuvieron que sufrir el exilio en el Edén, hoy nosotros podemos cambiar nuestra historia y no utilizar delantales hechos por nosotros mismos, corramos a Jesús quien ha venido a darnos vida y vida en abundancia. Tarea: Hacer una lista de posibles “delantales de vergüenza” que he utilizado para ocultar el pecado, después de esto, pidamos perdón a Dios y vistámonos de toda la armadura de Dios, para estar firme contra las asechanzas del diablo. Efesios 6:11 - ALICIA MOLINA
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AutorEQUIPO PASTORAL, MINISTERIOS COSECHA INTERNACIONAL Archivos
Marzo 2021
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